Garganta del Diablo
El oeste de Wasteland es una zona peligrosa. El calor, las tormentas de arena y los habituales ataques de asaltantes mantienen a la gente bajo un estrés constante. Pero, a veces, incluso los supervivientes más duros, necesitan tomarse un descanso. Y por este motivo son enviados a la Garganta del Diablo a luchar contra Leviatanes.
Este lugar solía ser aterrador, pero los ataques de los Leviatanes se detuvieron, y ahora el cañón atrae a decenas de supervivientes que buscan entretenimiento inusual casi todos los días. Ingenieros de gran talento construyen monstruos de metal gigantes para enviarlos a los juegos de “Invasión”. Y aquellos que prefieren las batallas, luchan contra los monstruos mecánicos para demostrar su valentía y ganar dinero.
Ya hace un par de años desde que tuvo lugar las primeras “Invasiones”, y el cañón se ha asentado de forma notable. La gente colgó banderas en la zona, cercó la zona de acción con puertas de metal: una de ellas deja salir a los valientes supervivientes, las otras son para los Leviatanes. Sobre los acantilados se aseguraron refugios temporales, de tal forma que al menos uno de los espectadores viviera hasta el final de la “Invasión”. Los aficionados se suben hasta la cima con grúas especiales, y aquellos que están lo suficientemente seguros de sí mismos se suben por su propia cuenta a los soportes.
Los espectadores llegan de todo el Valle. La habitación se puede alquilar por un tiempo, como en los viejos tiempos cuando se alquilaba una habitación de hotel, y pasar allí un par de días con amigos. El negocio está muy solicitado, y los sitios dentro de la arena son los más caros.