Vista panorámica del garaje Jinetes del Apocalipsis
Es difícil reconocer el corazón del campo de pruebas de una fábrica para equipo militar en un viejo hangar cubierto por la arena y quemado por el sol. Fue hace mucho tiempo. Hace muchas lunas. Pero, incluso entonces, la mayor parte del tiempo este lugar estaba inquietantemente silencioso. La energía llegaba cada pocas lunas, cuando un prototipo recién nacido de un vehículo o arma estaba listo para tomar su primer bocanada de aire electrificado. La arena al aire libre se usaba para recrear las condiciones de una batalla real. Justo al lado, se disparaban las armas y se evaluaba el alcance de la bala. En la pista, los monstruos recién nacidos saltaban de trampolines y se deslizaban a lo largo de rampas durante las pruebas de conducción. Y el resto del tiempo… Silencio. Nadie quería quedarse en la zona de pruebas tras las pruebas.
La locura que engulló a las ciudades durante el estallido del crossout no pudo llegar tan lejos dentro de las tierras deshabitadas. Por lo tanto, ni la zona de pruebas ni los que tuvieron la suficiente suerte de sellar la gigantesca puerta desde el interior sufrieron. Los almacenes estaban llenos de comida, tanques — con combustible y salas de arsenal — con munición. Como si alguien se estuviera preparando para afrontar el fin del mundo. Con comodidad.
Esto salvó la vida de varias docenas de empleados de Waderkvarn que ese fatídico día estaban de servicio en el hangar. Los que se quedaron afuera fueron menos afortunados. Y cuando docenas de manos golpearon las paredes y decenas de voces pidieron que les dejaran entrar — solo recibieron de respuesta el silencio.
Cuando las puertas del hangar se volvieron a abrir, sus habitantes estaban listos para jugar según las reglas del nuevo mundo. Los jinetes comenzaron su sangrienta cosecha, instando al apocalipsis. Su influencia creció rápidamente, como hongos bajo la lluvia, y formaron una banda con los matones más desesperados de entre los supervivientes. Los supervivientes a menudo acuden a la zona de pruebas, pero solo a los mejores se les permite pasar al hangar y disfrutar de todos sus beneficios.
