Panorama de la ubicación “El Nuevo Fuji”
Informe de la Orden de los Buscadores sobre los acontecimientos en el Nuevo Fuji:
Según nuestros agentes, Aris envió a los Carroñeros al Nuevo Fuji, una ciudad en el sureste de Europa donde la corporación Sinto construyó un laboratorio subterráneo justo debajo de sus propios barrios residenciales en el siglo pasado. Se dice que Sinto una vez construyó un asentamiento aquí para sus empleados debido a la gran similitud de la naturaleza local con el campo japonés. Necesitaron el laboratorio debido a que los agentes de la corporación lograron hacerse con los restos de una nave alienígena, en la que encontraron un módulo de energía único — un cristal desconocido capaz de almacenar y generar enormes cantidades de energía.
Hay pruebas de que el potencial del módulo resultó ser increíble: podría usarse como fuente inagotable de energía o como arma extremadamente destructiva. Durante muchos años, los ingenieros de Sinto trataron de comprender la naturaleza de su funcionamiento y finalmente lo conectaron a la torre de comunicaciones más grande del Nuevo Fuji, la cual debía servir como transmisor y convertidor de energía para el módulo. Sin embargo, el Sindicato dudó durante mucho tiempo en activar el cristal, temiendo las devastadoras consecuencias.
Pero cuando los Carroñeros invadieron sus tierras con un ejército de “caminantes” para apoderarse del cristal, no les quedó otra opción. Los ingenieros de Sinto configuraron el equipo y activaron el módulo para crear un campo de energía que protegería sus instalaciones y territorios.
La activación fue realmente catastrófica: junto con la creación de algunos campos de fuerza, el módulo provocó una devastadora tormenta de energía electromagnética que aún azota algunas zonas alrededor de la torre. El laboratorio fue destruido, pero parte del territorio circundante permaneció protegido por un campo de energía, lo que impidió su destrucción total.
Los rumores sobre las capacidades ilimitadas del módulo se extendieron rápidamente por todo Wasteland. Los Carroñeros y el Sindicato no fueron los únicos en enterarse de la inagotable fuente de energía, y la otrora tranquila ciudad se convirtió en un campo de feroces batallas.