Distrito este
Una vez fue una ciudad llena de vida donde los tiburones financieros de todo el mundo acudían en masa. Estaba repleta de centros de negocios y espacios culturales. Pero el Crossout convirtió esta floreciente metrópolis en una zona de exclusión durante décadas.
El Sindicato siempre se ha visto atraído por las ciudades desiertas — la infraestructura en ruinas es más fácil de adaptar a sus necesidades. Así que, aquí los “Dragones” ocuparon dos rascacielos y cubrieron toda la zona circundante con cámaras. Las fortificaciones en las orillas opuestas del río ya seco crearon un espacio para maniobras.
El Sindicato dominó activamente la electrónica, los metales y otros recursos encontrados en los rascacielos abandonados para proveer a los suyos de equipamiento. Se restauró parte del monorraíl de la ciudad para poder entregar las mercancías rápidamente. Pronto, el neón que los “Dragones” solían colgar en sus territorios, iluminó la ciudad. Sin embargo, el amor por decorar edificios jugó una broma cruel con la facción — atrajeron una atención innecesaria.
Cuando los sistemas de defensa del Sindicato detectaron movimiento de nuevo, el escuadrón empezó a prepararse de forma rutinaria para el ataque de los asaltantes. Pero lo que vieron fue muy diferente a lo que se habían imaginado: un montón de vehículos feos, cubiertos de cables negros, se acercaban al puesto de avanzada. Ninguno de ellos tenía piloto.
El último mensaje a la Sede Central decía que el Sindicato inició la ejecución de un plan de “conservación”. El destacamento ya no volvió a ponerse en contacto. Y los rumores sobre los almacenes bloqueados con dispositivos electrónicos y desprotegidos pronto atrajeron la atención de todos aquellos hambrientos de ganancias.