Ahora disponible
en Android y iOS
Crossout es un juego de acción MMO post-apocalíptico en el que puedes ensamblar tus propios vehículos de combate únicos a partir de una gran variedad de piezas intercambiables y luego subirte a ellos para participar en explosivas batallas multijugador tanto por aire como por tierra.

El camino. Tercera parte

Una gota de sudor comenzó su viaje en la región de la clavícula, se deslizó hasta la barbilla, se quedó un poco en la barba de una semana, pero aún así se cayó y se precipitó hacia el techo. Solo que el sudor por alguna razón era rojo, y una silla y una persona desconocida en un respirador, lo habitual en estos lugares, se asentaron en el techo, violando todas las leyes de la física. El cerebro de Troy no quería darse cuenta de que, de hecho, todo estaba en su lugar y, como el cadáver de un animal, él estaba colgando del techo. Sus manos colgaban impotentes, incapaces de ayudar a su amo de ninguna forma. Algo le dolía en la zona de las costillas e intentó mirar en esa dirección, pero fue imposible levantar la cabeza. Pero el intento se notó y, del lado del extraño, llegó un silencioso y calmado, quizás incluso un poco cansado:

— ¿Quién eres tú? 

No había fuerzas para responder, la lengua no obedecía a Troy, uniéndose a la rebelión de sus manos y cabeza. El dolor en el pecho aumentaba.

— ¿Por qué estás interesado en la Ruta 66? - ni un solo cambio en la entonación del interrogador.

El dolor empeoraba aún más y Troy pudo soltar un gemido o un resuello, pero parece que esto fue suficiente para atraer la atención del extraño. Un movimiento apenas perceptible de su mano en algún lugar a un lado y el dolor disminuyó.

— Responde estas sencillas preguntas y el dolor no volverá. Nunca.

Incluso se inclinó ligeramente hacia adelante, esperando escuchar a su cautivo. Troy intentó decir algo, pero justo cuando las palabras estaban a punto de salir de sus labios, la oscuridad se lo tragó.


Quienquiera que volviera a contar esta historia después - todos intentaron insertar un comentario aquí dependiendo de en qué creyeran. Alguien dijo que en los momentos que estuvo inconsciente a Troy se le apareció Mei, alguien habló de luz y túneles, y alguien habló sobre recuerdos. Nos centraremos en la opción de que las lagunas de la consciencia son lagunas.

Ya en el segundo interrogatorio, perdió la cuenta de cuántas veces volvió en sí. No estaba seguro de si afuera era de día o de noche. Toda su vida se centraba en un punto de luz en el que un extraño se sentaba en una silla y le hacía una y otra vez las mismas preguntas. El dolor se convirtió en un compañero constante durante sus momentos de consciencia y sus focos se extendieron por todo el cuerpo. Empezó a pensar bastante rápido en una forma de acabar con todo esto. Estaría encantado de responder a todas las preguntas y salir de este círculo infernal, pero su garganta estaba demasiado seca y no podía reunir las fuerzas necesarias para decir al menos algo. Lo más probable es que, si hubiera terminado allí la historia, para el público se hubiera convertido en un héroe que guardó silencio hasta el final.

Esta vez, no fue el dolor lo que lo devolvió a la realidad, sino un destello agudo y gritos. Claramente, algo estaba ocurriendo a su alrededor, pero Troy no podía mirar a su alrededor, solo podía esperar por lo que iba a ocurrir a continuación.

— Capi, aquí hay uno vivo — pudo escuchar una voz muy cerca.

— Bájalo, — se escuchó en respuesta.

Una cadena tintineó y el techo empezó a acercarse. A pocos centímetros de la superficie, varias manos agarraron a Troy y suavemente, en la medida en que las nociones de pulcritud de los desconocidos lo permitían, lo tumbaron en el suelo. Pero incluso con toda esa precaución, una ola de dolor recorrió todo su cuerpo y terminó con un gemido en la garganta.

— Dadle agua y ponedle algo debajo de la cabeza — dijo de nuevo la calmada voz. —  Y luego dejarlo dormir. Llamadme en cuanto se despierte. El resto - estableced un campamento, viviremos aquí durante los próximos días.

El escuadrón de Magallanes acampó en un almacén abandonado durante casi una semana.

Troy fue capaz de sostener una cuchara sin ayuda al tercer día, y desde ese momento pasó casi todo el tiempo conversando con su salvador. Parece que tuvieron tiempo de hablar de todo: desde la historia del pueblo en el que vivía Troy, hasta la forma en que era posible suministrar aún más armas a los vehículos de su escuadrón. Durante dichas conversaciones, Magallanes le contó cómo llegó a ocurrir su encuentro accidental.

Su escuadrón partió en una expedición y su trayecto inicial era a unos diez kilómetros del lugar donde mantenían retenido a Troy. Y si no fuera por el centinela dormido, con quien se encontraron a altas horas de la noche, sus caminos nunca se habrían cruzado. Y luego - interrogaron a su cautivo durante una noche y este les contó todo. Sobre las atrocidades que estaban ocurriendo aquí, sobre cómo encontrar este lugar y el número de guardias. Todo lo que quedaba era atacar. El centinela fue devuelto a su puesto. Fue devuelto en 5 vehículos diferentes, pero aún así — volvió. Dedicaron varios días a reconocer el lugar y una noche a la operación en sí. Se las arreglaron para pillar a los asaltantes por sorpresa, pero dos vehículos blindados lograron escapar hacia algún lugar en dirección a Ciudad Roca. Entre los que huyeron se encontraba el “conocido” de Troy.

— No sé por qué tienes que ir tras ese monstruo, chico, - la voz de Magallanes a veces sonaba como un chirrido, - pero ten cuidado, veo que no eres un asesino, tú eres diferente.

— Le debo un favor. - Tras decir eso, Troy tocó el vendaje de sus costillas, que sus torturadores estuvieron pinchando con algo afilado.

— Bueno, es tu decisión, mi trabajo era advertirte. Puedes simplemente venir con nosotros, buscar algo interesante, y asustar a algunos monstruos de su calaña. - sus ojos estaban brillando cuando habló sobre eso. Esta es la tercera vez que le ofrecía a Troy ir con él. Y por tercera vez fue rechazado. — Por supuesto, no te dejaremos un vehículo blindado, así que ocúpate de los que tenían los asaltantes, bueno, nos iremos por la mañana.

La despedida fue tranquila. No hubo palabras de despedida ni fuertes abrazos, solo los caminos de varios supervivientes se cruzaron en Wasteland y había la posibilidad de un final feliz para uno de ellos. Troy estrechó en silencio la mano de cada uno de sus rescatadores. Uno de ellos le entregó un trozo de papel con los caracteres Z39TFV36MOJ escritos en él. Más tarde, muchos trataron de resolver este acertijo, y tal vez alguien incluso lo logró. Pero no en esta historia.


¡Debate aquí!

6 enero 2021
Historias